Contratos bajo sospecha en 13 municipios 'populares' del sur

Contratos bajo sospecha en 13 municipios 'populares' del sur

Los denunciantes hablan ya de corrupción: «La 'minipúnica' de la luz»

Cuando la moción de censura triunfó y la oposición consiguió desalojar a José Ramón Navarro (PP) de la Alcaldía de Griñón (Madrid), se encontró que éste había contratado «con una empresa recién constituida una auditoría fantasma de la instalación lumínica del pueblo, a cambio de 18.000 euros».

Era el verano de 2011 y la empresa se llamaba Asproener.

Poco después se produce una denuncia ante el Tribunal de Cuentas por parte de UPyD en Arroyomolinos, otro pueblo madrileño, a causa de una auditoría también «vacía», un estudio «que Unión Fenosa o cualquier otra compañía te lo hacen gratis, sin cobrarte nada», y que de hecho la empresa entregó en unos papeles con membrete de Gas Natural.

La firma autora: de nuevo Asproener. El coste: 17.700 euros. Es decir: lo máximo posible que el Ayuntamiento podía contratar a dedo y sin publicidad. Menos de 18.000 euros es la barrera.

«Entonces empezamos a atar cabos», dice José María Porras, teniente de alcalde de Griñón por una agrupación independiente. «Y descubrimos que esta gente de la tal empresa Asproener presumía en su propia web de que habían trabajado en hasta 22 ayuntamientos españoles, todos del Partido Popular».

Porras ha denunciado públicamente en el pueblo que se trataba de «un negocio para que sacaran tajada tres o cuatro», y han emergido de la propia web de la empresa los nombres de las localidades madrileñas por las que Asproener había pasado.

Hasta 13: Humanes, Torrejón de la Calzada, Griñón, Cubas de la Sagra, Algete, Arroyomolinos, San Lorenzo del Escorial, Casarrubuelos, Moraleja de Enmedio, Navalcarnero, Quijorna, El Álamo y Chinchón. Todos gobernados por el PP cuando contrataron con Asproener, aseguran los denunciantes, que plantean algo así como una pequeña red púnica vinculada a los contratos de auditoría lumínica a lo largo y ancho de la geografía madrileña. Una «'minipúnica' de la luz pública», dicen, de contratos presuntamente vacíos a cambio de dinero público.

Con un dato pintoresco más: Asproener llegó a utilizar a un ex concejal de Griñón de la época de Navarro para contar farolas en dos pueblos vecinos, para sendos estudios de auditoría de la firma. El hombre no tenía trabajo en ese momento y contó miles de farolas durante varios días a cambio de un dinerillo.


Las explicaciones

El dueño de Asproener es Juan José Guzmán, «conocido de hace mucho tiempo» del ex alcalde de Griñón, Navarro, según ha admitido este último a EL MUNDO. El ex regidor también admite que hasta su entrada en política se había dedicado a la construcción, pero que, nada más dejar la Alcaldía, pasó a dedicarse a «temas de eficiencia energética», trabajando para Valoriza, la división del ramo de Sacyr Vallehermoso, y que ha llegado a montar su propia sociedad dedicada a estos trabajos, Naverilux. Navarro no tenía nada que ver con el tema antes de entrar en contacto con Asproener, pero se dedica al sector desde entonces.

Los denunciantes sugieren que Navarro podría haber hecho 'lobby' presionando para que la empresa lograra los contratos. Navarro lo niega terminantemente y alude a una circunstancia como prueba: después de realizadas todas esas auditorías, Valoriza no logró el contrato para renovar la instalación lumínica en ninguno de los 13 pueblos. Una persona cercana a Navarro asegura lo mismo que sugieren Porras y la antigua oposición de Navarro en Griñón: que éste vendió las auditorías de Asproener en los pueblos de los alrededores. El ex alcalde se defiende negándolo taxativamente y asegurando que «en realidad, Asproener no cobraba directamente 18.000 euros, sino que recibía lo que pudiera ahorrarse el municipio gracias a la auditoría hasta un límite de 18.000 euros».


Los negocios de Asproener

Guzmán, propietario de Asproener, admite que ha contratado auditorías y proyectos como los descritos en esos 13 municipios, «probablemente todos gobernados por el PP, si es que aquí casi no gobierna nadie más». También admite que pidió al antedicho ex concejal que contara farolas, «pero no de dos pueblos, sólo de unos culos de saco que se habían quedado sin contar». ¿Utilizó al ex alcalde Navarro para conseguir contratos en pueblos? «Hombre, yo, si alguien me dice que puede traerme negocio, le invito a comer, ¿cómo no?».

Sin embargo, asegura que en el caso de Arroyomolinos, que investiga un juzgado de Navalcarnero, «el estudio que hice era serio y muy costoso, pero era tan complejo que me pidieron un resumen y una de mis trabajadoras hizo eso que entregamos y le puso el membrete de Gas Natural. Pero los contratos existen, el servicio lo ha venido dando Gas Natural y el Tribunal de Cuentas me va a dar la razón». «En Griñón -asegura-, desempeñé una labor de asesoría para el alcalde, pero la empresa que hizo el estudio, Consultoría Lumínica, perdió su contrato, así que me pidieron que intentara cobrar yo los 44.000 euros que les debían. Lo intenté, me dijeron que no, y no pasó nada más. Pedí disculpas y se acabó», asegura Juan José Guzmán.

Fuente: El Mundo.es